¿Qué es la artritis y cómo puede afectar tu vida?

Qué es la artritis

La artritis no es una sola enfermedad; el término se refiere al dolor o la enfermedad de las articulaciones, y hay más de 100 tipos de artritis y afecciones relacionadas. Personas de todas las edades, razas y sexos conviven con ella. Es más común entre las mujeres, y aunque no es una enfermedad del envejecimiento, algunos tipos de artritis se dan más en personas mayores que en jóvenes.

Los síntomas más comunes de la artritis son la hinchazón, el dolor, la rigidez y la disminución de la amplitud de movimiento de las articulaciones. Los síntomas varían de leves a graves y pueden aparecer y desaparecer. Algunos pueden permanecer igual durante años, pero los síntomas también pueden progresar y empeorar con el tiempo. La artritis grave puede provocar dolor crónico, dificultad para realizar las actividades diarias y hacer que caminar y subir escaleras sea doloroso y agotador.

Esta enfermedad también puede provocar cambios permanentes en las articulaciones. Estas pueden ser visibles, como las articulaciones nudosas de los dedos, pero a menudo el daño sólo puede verse en las radiografías. Algunos tipos de artritis afectan al corazón, los ojos, los pulmones, los riñones y la piel, además de las articulaciones.

 

 

Artritis reumatoide

 

 

Osteoartritis

La osteoartritis (OA) es, por mucho, el tipo más común de artritis. Puede dañar casi cualquier articulación, pero se da principalmente en manos, columna vertebral, caderas y rodillas. Antes se consideraba que era una enfermedad de desgaste en la que el cartílago, la capa protectora de los extremos de los huesos, se desgastaba tras años de uso. Sin embargo, con las investigaciones, esto ha cambiado.

Ya se sabe que es una enfermedad de toda la articulación, no sólo del cartílago. Los huesos de las articulaciones afectadas se debilitan, el tejido conectivo que las mantiene unidas se deteriora y la inflamación daña el revestimiento de la articulación. Contrariamente a lo que se ha creído durante décadas, la inflamación desempeña un papel fundamental en la OA, al igual que en la mayoría de los demás tipos de artritis.

Si el dolor y la rigidez articular son leves o moderados, la actividad física regular, las terapias de frío y calor, los suplementos con glucosamina, el uso prudente de analgésicos de venta libre y los dispositivos de ayuda pueden ayudar a controlar los síntomas.

Cuando los síntomas articulares son graves, provocan una movilidad limitada y afectan a la calidad de vida, es posible que desees consultar con tu médico para una solución quirúrgica.

 

Artritis inflamatoria autoinmune

Un sistema inmunitario sano es protector. Genera inflamación para eliminar infecciones y curar lesiones. Pero en la artritis inflamatoria, el sistema inmunitario es hiperactivo y ataca al tejido sano, incluidas las articulaciones de la columna vertebral, las manos y los pies. En algunas personas, la inflamación se vuelve sistémica, dañando los ojos, la piel, el corazón y otros órganos. Muchos tipos de artritis inflamatoria, aunque no todos, se consideran enfermedades autoinmunes porque el sistema inmunitario pierde la capacidad de distinguir lo propio de lo ajeno y ataca al cuerpo que se supone que debe proteger.

No se sabe qué causa la artritis inflamatoria en cada persona, pero el consenso general es que algo en el entorno -un virus, el estrés o el tabaco, por ejemplo- puede desencadenarla en personas genéticamente predispuestas. Investigaciones recientes también han puesto de manifiesto el complejo y decisivo papel de los microbios intestinales en las enfermedades inflamatorias relacionadas con el sistema inmunitario, como la AR y la APS.

 

 

Artritis inflamatoria

 

 

Artritis infecciosa

Una infección bacteriana, vírica o fúngica desencadena la artritis infecciosa. Suele comenzar cuando una infección procedente de otra parte del cuerpo se desplaza a una articulación, normalmente la rodilla. Los síntomas, como la hinchazón, el dolor y la fiebre, pueden ser repentinos e intensos, pero el tratamiento con antibióticos o antifúngicos suele eliminar la infección con bastante rapidez. La mayoría de las infecciones víricas duran una o dos semanas y desaparecen por sí solas. Algunas personas con artritis infecciosa pueden necesitar que se les drene el líquido articular para eliminar el líquido sinovial infectado, reducir el dolor y la inflamación y prevenir el daño articular.

 

Gota (artritis metabólica)

La artritis metabólica o gotosa, conocida comúnmente como gota, es el resultado de la acumulación en las articulaciones de dolorosos cristales de ácido úrico. Estos son un subproducto de la descomposición de las purinas, sustancias que normalmente se encuentran en las células humanas y en muchos alimentos, especialmente la carne roja, las vísceras, algunos mariscos y el alcohol. Normalmente, el organismo elimina el exceso de ácido úrico, pero cuando no lo hace, puede acumularse en las articulaciones, provocando ataques repentinos e intensos de dolor, especialmente en el dedo gordo del pie.

 

La GOTA: Qué es

 

 

 

Como conclusión, primero debes obtener un diagnóstico preciso de la causa de tu dolor articular. Habla con tu médico de cabecera sobre tus síntomas. Es posible que te remita a un reumatólogo o a un ortopedista, médicos especializados en la artritis y otras afecciones musculoesqueléticas. Se pueden hacer muchas cosas para preservar la función articular, la movilidad y la calidad de vida. Es esencial informarse sobre la enfermedad y las opciones de tratamiento, dedicar tiempo a la actividad física y mantener un peso saludable.

 


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