La historia de la lasaña

Lasaña con queso

Si eres como nosotros, ¡puedes comer lasaña a todas horas! Un plato de lasaña caliente y con queso es una comida ideal para las reuniones familiares y las celebraciones. Si la acompañas con queso parmesano fresco rallado y una copa de pinot noir, un plato de lasaña normal de un viernes por la noche se convierte en una comida gourmet digna de un rey y una reina. Ese es exactamente el tipo de experiencia que disfrutará en el mejor restaurante de lasaña de CDMX. Cuando esté aquí, querrá probar la Lasaña al Horno de Piedra hecha con boloñesa de ternera y acompañada de tostadas de masa madre. Pero por mucho que comamos y amemos este favorito italiano, ¿se ha preguntado alguna vez quién inventó la lasaña? 

¿Qué significa la lasaña?

Los orígenes de la palabra lasaña o lasagna se remontan a la antigua Grecia. Lo que conocemos como lasaña o lasagna deriva de la palabra “laganon”, que fue la primera forma de pasta. Laganon era una referencia a las hojas planas de masa de pasta cortadas en tiras finas. Como es de esperar, el Laganon tenía un aspecto muy diferente de lo que hoy conocemos como plato típico de lasaña. Consistía en capas de pasta y salsa sin los ingredientes tradicionales italianos. Se sabe que la antigua Roma tenía un plato similar llamado “lasanum”, que en latín significa recipiente u olla. Los italianos utilizaban esta palabra para referirse a la olla en la que se servía el plato. Con el tiempo, el plato evolucionó y adoptó el mismo nombre. El origen de lo que conocemos como macarrones retorcidos vino después. 

Lasaña Espolvoreada

Lasagne es la palabra en plural para designar una hoja de lasaña y se utiliza regionalmente en toda Italia. Referirse a la lasaña o a la lasaña depende de si se está en las regiones del norte o del sur de Italia. La forma plural se utiliza sobre todo en el inglés británico, mientras que en el inglés americano se utiliza la versión singular. 

¿Por qué comer un plato de lasaña es bueno para usted?

La persona que inventó la lasaña nunca podría haber imaginado el impacto que tendría en el mundo actual y el valor nutricional que contiene. Al hablar de la historia de la lasaña, los carbohidratos nunca supieron tan bien y este plato está repleto de ellos. Los hidratos de carbono aportan energía a las células sanguíneas y ayudan a impulsar las funciones corporales esenciales del día a día. La mayor parte de esta energía procede directamente de los fideos, con una pequeña cantidad procedente de la salsa y las verduras que se añaden. Otros nutrientes de un plato de lasaña son 

  • Vitaminas y minerales – ¿Sabías que tu plato de lasaña favorito está repleto de vitaminas del grupo B? Estos nutrientes son los responsables de impulsar el metabolismo de tu cuerpo. La carne de vacuno de la receta aporta a tu cuerpo el hierro que necesita para promover una circulación sanguínea saludable. Puedes añadir fácilmente vitaminas A y C incluyendo calabacín y pimiento rojo. La adición de verduras aumentará tu consumo de vitaminas y hará que el plato de lasaña sea delicioso. 
  • Proteínas y grasas: la lasaña es también una excelente fuente de proteínas y grasas alimentarias. El cuerpo descompone las proteínas en aminoácidos que se utilizan para crear y mantener tejidos sanos. Cada onza de carne y queso aporta entre 6 y 7 gramos de proteínas. Estos componentes son una fuente importante de grasa saturada, por lo que hay que tener cuidado al añadirlos. 

Sabemos que la lasaña está lejos de ser considerada un alimento saludable, pero puedes hacer sustituciones saludables comiendo en los restaurantes de comida italiana con lasagna. Por ejemplo, en lugar de utilizar fideos blancos, puedes sustituirlos por fideos integrales que te ayudarán a estabilizar tus niveles de azúcar en sangre.

Lasagna completa

Cuando prepares un plato de lasaña con carne, intenta sustituirla por carne picada 95% magra, pavo o pollo y asegúrate de escurrir bien el exceso de grasa. Aunque a todos nos encanta el queso, intente limitar el uso del queso mozzarella a sólo unas pizcas en la parte superior o elija un queso bajo en grasa.

Para añadir el valor nutricional, cargue su lasaña con muchas verduras para aumentar la ingesta de fibra, vitaminas y minerales. Antes de añadirlas al plato, prueba a hacerlas puré para mejorar la textura y añadirlas directamente a la salsa de tomate. De este modo, podrá aprovechar los beneficios nutricionales de añadir verduras sin comprometer el sabor ni la textura. 

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