Los 5 aceites de cocina más saludables

botellas con aceite de cocina

Los aceites de cocina son una de las primeras opciones para preparar los alimentos saludables, pero las grasas a menudo tienen mala reputación. Pero a pesar de lo que hayas escuchado, las grasas, y especialmente los aceites, son una parte esencial de una dieta completa.

Saltear, hornear, rociar o freír, los aceites son el punto de partida de cualquier comida exitosa, además de que nos ayudan a absorber nutrientes importantes.

¿Qué aceites de cocina deberían ser los pilares de tus comidas?

Bueno, eso depende del tipo de cocina que estés haciendo. Lo más importante a considerar al elegir un aceite es su punto de humo, o la temperatura a la que el aceite comienza a arder. Cuando calienta un aceite más allá de su punto de humo, puede perder sabor, nutrientes e incluso liberar moléculas dañinas llamadas radicales libres. Otra buena regla general es investigar exactamente qué tipos de grasas hay en su aceite.

Los expertos recomiendan mantenerse alejado de los que tienen un alto contenido de grasas saturadas y optar por los que contienen grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas saludables. Dicho esto, las grasas saturadas no siempre son malas, pero llegaremos a eso en un momento.

Suponemos que lo que estamos tratando de decir es que la nutrición es un acto de equilibrio complejo, y estamos aquí para hacerlo un poco más fácil. Aquí hay 5 aceites llenos de nutrientes que merecen un lugar en tu despensa.

aceites de cocina

Aceite de oliva

El aceite de oliva es popular por una razón. Está lleno de sabor e increíblemente versátil. Si deseas obtener todos sus beneficios para la salud, busque siempre “extra virgen” en la etiqueta.

Esto significa que el aceite no está refinado y tiene más nutrientes, antioxidantes y grasas saludables para el corazón. En comparación con otros aceites, el aceite de oliva tiene un punto de humo bajo, por lo que es mejor usarlo para cocinar, hornear o como aderezo para ensaladas a fuego medio o bajo.

Aceite de aguacate

El aceite de aguacate tiene muchos de los mismos beneficios que el aceite de oliva, pero con un punto de ahumado más alto, lo que lo hace ideal para saltear o freír en sartén. Está lleno de vitamina E y tiene uno de los contenidos de grasa monoinsaturada más altos en el pasillo del aceite. Además, el aceite de aguacate no tiene mucho sabor, por lo que nunca dominará tus habilidades culinarias.

Aceite de coco

Ha habido mucha publicidad en torno al aceite de coco en los últimos años. Por lo tanto, es posible que te sorprendas al saber que el aceite de coco en realidad es bastante alto en grasas saturadas. Aún así, esta grasa increíblemente resistente al calor tiene poderosos beneficios para la salud. Puede ayudar a mejorar el colesterol, matar bacterias dañinas y estimular el metabolismo. Y para tranquilizarte un poco, muchos estudios recientes han demostrado que no todas las grasas saturadas son malas para ti.

Aceite de girasol

Este aceite no solo proviene de las semillas de las flores más bonitas del mundo, sino que también contiene casi el 30 % de la ingesta diaria recomendada de vitamina E en una sola cucharada. El aceite de girasol tiene un alto contenido de ácidos grasos omega-6, que si bien son importantes para su cuerpo, podrían ser inflamatorios si se consumen en exceso. Así que, como dijo un sabio, “todo con moderación”.

 Manteca

La mantequilla real sin procesar puede ser bastante nutritiva. Está llena de vitaminas A, E y K2, y es rica en ácidos grasos que combaten la inflamación. Su apuesta más saludable es elegir grasa de mantequilla pura, o ghee, que no contiene azúcar ni proteínas. Opte por mantequilla de vacas alimentadas con pasto para obtener más vitamina K2 y ácidos grasos saludables.

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